Muchas de las condiciones humanas que él desarrollo fueron en base a las enseñanza de la familia, de sus amigos, del colegio y de la vida.
Siendo hijo de un corredor, Gonzalo creció rodeado por el mundo del automovilismo. A los siete años se subió a su primera moto y a los nueve aprendió a manejar autos. A los 14 años, debutó en karting, su padre, Jorge Rodríguez (Ex - Piloto Turismo Libre) solía decir: "Bueno, aquí les traigo al Pilotín". Aquel Pilotín tenía las particularidades de debutar con 14 años y marcar a fuego dos enormes atributos: condiciones conductivas que lo destacaban sobre el resto y una amplia sonrisa entre tanta cara adusta. Ya en ese entonces para Gonchi manejar era un placer.
Antes de que su padre comenzara a tirar la gorra al aire en cada triunfo, Gonchi recibía su primer reconocimiento. Una humilde plaqueta que le distinguía como la revelación del año en kart. Desde entonces muchas carreras y muchos podios los fines de semana en el Autódromo de El Pinar, dos Sudamericanos y un Mundial, el de Valance, Francia en 1989 donde estableció el récord de vueltas, record que permanecerá de por vida.